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Mike Nichols vuelve a exhibir su enorme talento, ya demostrado en obras como "Quién teme a Virginia Wolf", "El Graduado" y muchas otras. En esta obra de rasgos teatrales y asombrosos pasajes monologados, realizada para la televisión, Nichols se apoya en el libro de Margaret Edson y en una soberbia Emma Thomson para componer una bella, sencilla y contenida reflexión sobre la muerte, el encarnizamiento médico y la deshumanización de los hospitales. Los sutiles mensajes que se desprenden del sufrimiento cotidiano, del cuidado compasivo y de la extinción de la vida al modo parsimonioso en el que se consume un polo, serán más fácilmente percibidos por los que han tenido cercana la respiración entrecortada de la fría parca.

Reproduzco aquí el poema de los Sonetos Sagrados de John Donne que la profesora moribunda repite los días previos a su fallecimiento:

Muerte, no te enorgullezcas

aunque algunos te llamen poderosa y terrible

puesto que nada de eso eres,

porque todos aquellos a quienes creíste abatir

no murieron, triste muerte,

ni a mí vas a poder matarme.

Esclava del hado, la fortuna, los reyes y los desesperados

moras en el veneno, la guerra y la enfermedad.

También la amapola o el encantamiento nos hace dormir

y mejor que con tu golpe; ¿de qué te jactas?

Tras un breve sueño

despertamos a la eternidad

y la muerte dejará de existir,

muerte, morirás.

1 comentario

Ana María -

Al hilo del comentario sobre esta película que no dejaré de ver, hago extensiva una recomendación que me han hecho recientemente sobre una película que trata sobre el mismo tema aunque centrándose en otra visión, el título lo dice todo "Mi vida sin mí" de Isabel Coixet, y que por supuesto recomiendo a todo el que lea estas líneas,por su sencillez y a la vez por su profundidad, me ha encantado.