Blogia
samadhi

Henry: retrato de un asesino

Película de culto para muchos. Lo cierto es que algo no debe funcionar muy bien en la cabeza de alguien que disfrute con una película de este tipo, precisamente por tratarse de una recreación muy creíble, muy real y cercana, bien realizada, con un ambiente asfixiante, abominable, muestra la inmundicia humana de la psicopatía, la manera cómo un homínido no llega a adoptar el rango de persona. Un solipsismo atroz que no se encuentra a sí mismo por estar incapacitado para encontrar a los otros, ensimismamiento de odio lacerante que no puede hacer otra cosa que producir dolor y muerte. Su interés viene dado por la imperiosa necesidad de olvidarla, hace más incomprensible si cabe el gusto por lo feo, por lo inhumano, por la morbosidad obscena tan de moda, sedienta de destrucción "gore", de odio, de violencia, de muerte, de vacío, de nada. El "thanatos" freudiano.

0 comentarios