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samadhi

Esputo matutino

Otro de los fenómenos que el turista no avisado puede casi paladear en España es el castizo  escupitajo, gargajo, pollo, gapo, flema o escupidura que con mayor frecuencia se da en el albor de la  mañana y también tras las vespertinas y consistentes siestas de la canícula meridional. Experiencia impagable es la de regalar el oído con tan castizo sonido aquí y allá mientras se pasean nuestras calles. El sonido gutural con fuerte reverberación preludia la violenta salida del proyectil; podemos imaginar su tamaño y densidad que queda confirmada con el impacto contra el suelo, acuoso en ocasiones o increíblemente sólido en otras. Se trata de una costumbre muy española por la que lucimos orgullosamente nuestro pelo de la dehesa de forma parecida a la observada en bares y tabernas lanzando restos de comida, servilletas y colillas al suelo, sin rubor y con absoluta desenvoltura. Pero es que, ¿cómo empezar bien el día sin echar públicamente los malos humores acumulados durante la noche, sobre todo si se es macho, fumador irredento y víctima de la EPOC?

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