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samadhi

Bob Esponja

El feísmo ha invadido inexorablemente todos los ámbitos de la estética informal de nuestros días. También ha llegado al mundo de la animación infantil, tan apolíneo e idílico hasta hace poco, donde está haciendo estragos irreversibles. Quizás sea más un deseo que una realidad pero quiero ver en Patricio un ejemplo de campechana y despreocupada amistad incondicional, en Calamardo un espíritu atormentado digno de compasión, en Don Cangrejo la personificación (o "cangrejinización-cancerización") del ciego egoísmo capitalista; lo deseo así realmente por nuestros infantes, porque atisben algunos modelos (ya sean de bondad o maldad) en ese deforme humus predominantemente visual, efectista y deliberadamente desconcertante.

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